miércoles, 14 de julio de 2010

De los negadores


En los últimos diez o quince días he sido bombardeado con ideas ridículas, de esas que son pegadizas y por lo tanto repetidas por que sí. Como siempre estas ideas huecas son discursos para mantener un status quo y seguir resistiendo al cambio.
La negación de la realidad nunca puede ser tomada como una conducta virtuosa pero como todo admite grados. Así tendremos los grandes negadores y los pequeños negadores. Sean de un grupo o de otro comparten ciertas herramientas discursivas. ¿Cómo hacemos para darnos cuenta que estamos ante uno de ellos?

Apelación a lo natural
Este tipo de herramienta la vemos siempre que se intenta generar un argumento categórico para desvirtuar las críticas. Básicamente funciona a partir de la reducción del hombre a su puro aspecto biológico –como si fuera el mas inteligente de los animales- y de allí llegan a que estamos determinados, sea que estemos determinados a emocionarnos con el mundial, a enamorarnos de una mina o inclusive yo estaría determinado a escribir este posteo todo lo cual es una burrada. Entonces el cabeza lo es por que está determinado a ese tipo de actitud de mierda al borde de la legalidad, fuera de cualquier parámetro de moralidad “media” y por consiguiente siempre va a preferir lo fácil, el delito, la promiscuidad y la mala vida.
También encontramos personajes como los homosexuales que son una suerte de seres involucionados que viven su vida en un escalón inferior al de las pautas de la naturaleza y por ende también inmorales, altamente contagiosos y degradantes. ¿Qué ciudadano de bien los quiere cerca de nuestros niños?
Este tipo de discurso disciplinante lleva a las soluciones mas absurdas y violatorias de la dignidad del hombre…un ligero repaso por la historia lo demuestra.

Apelación a la catástrofe
Este es un recurso muy popular entre los negadores. ¿Cómo funciona? Lo que se hace mediante el mismo es plantear una situación hipotética desmesurada y no verificable de forma que el interlocutor pierda posibilidad de mantenerse en el plano de la realidad y deba discutir en el plano de lo que “podría ser” y de acuerdo al principio de no contradicción solo es lo que es y lo que puede ser todavía no es.
La apelación a la catástrofe cuando la analizamos en su aspecto dinámico se manifiesta como ejemplos de algo que aún no ocurrió, tales como la perversión moral de los niños, la perdida de control por parte del estado de la temática de la sexualidad, el ascenso al poder de los cabezas y la posibilidad de que impregnen de cabecitud el Estado Nacional, la intoxicación de la población y muchas otras cosas.
La historia argentina y la mundial muestran que por lo general las catástrofes no ocurren, así vemos que cuando se legisló el divorcio no aumentó la cantidad de gente que decidía romper su matrimonio, cuando la mujer fue considerada como sujeto político la política argentina no se debilitó, en holanda legalizaron el canabis y el país no se volcó al consumo de marihuana, etc.




Apelación a un absoluto no verificable
Es costumbre de un negador nato de la realidad tener siempre una escapatoria a algo que en términos racionales cierra la discusión, por ejemplo dios o algún esquema filosófico que no admite críticas.
Para los negadores no hay dato que pueda conmover esas creencias tan arraigas por que ellas funcionan como dogma y por definición un dogma no se cuestiona. El ejemplo mas claro de esto es sin dudas la religión –la católica es la que a mi me toca respetar-.
La idea de que el matrimonio es una institución divina, que el sexo solo se puede disfrutar después del matrimonio genera tal nivel de hipocresía que acomodaticiamente ahora se puede pero si es con amor.
Ahora, toda la gente que sostiene estas ideas y no admite la posibilidad de discutirlas se enfrenta con que existen curas homosexuales, curas abusadores, grandes empresas con esquemas brutalmente capitalistas que son del vaticano, con Papas de pasado dudoso, y tantas otras objeciones que resuelven alegando que el humano puede equivocarse pero dios no! La verdad es que ellos hablan en nombre de dios y a la mayoría con eso les basta.

El ataque personal
Si luego de utilizar algunas de estas herramientas el negador no ha podido frenar los cuestionamientos irá por el impertinente que cuestiona. Entonces la discusión de ideas pasará a ser una discusión de personalidades, de conducción de vida, de momentos políticos, de tendencias, etc.
Si el gobierno de turno da estado parlamentario al proyecto del matrimonio gay solo lo hace para sumar puntos, si alguien defiende el matrimonio gay siempre podrá ser señalado como homosexual, el que defienda la legalización de la marihuana es un drogón, así podemos seguir con todos y cada uno de los temas álgidos que se pueden discutir.

Ahora sintetizando se puede relevar que muy pocos están dispuestos a discutir las problemáticas complejas y en toda su complejidad y la mayoría se entrega a ciertas cosas que como mínimo se contradicen con la moralina que después nos hacen escuchar.
A que me refiero? Muchos de los que deciden no discutir los temas sobre los que más prejuicio hay son los mas inclinados a no cuestionar lo cotidiano, son los que menos elijen. De forma que muchos de los que hablan de la “familia nuclear” son bastante propensos a darse una sobredosis de tetas y culos, de descolorido glamour y pedantería, de una suerte de vuelta a la comedia grotesca donde enanos se ridiculizan a si mismos, de noticieros tendenciosos y el muerto nuestro de cada día, dejar que la tele eduque a sus hijos y leer revistas con el mismo contenido que la Tv.

Como conclusión se puede decir que la ignorancia en los que tienen todos los medios para no serlo no es justificable y que hay ciertos temas que ya están en el inconsciente de la gente.